Me permito un pequeño break de las aventuras en francia (que llegarán pronto) y aquí os dejo una pequeña reflexión de las mías...
“The only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn, like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars and in the middle you see the blue centerlight pop and everybody goes "Awww!”
Sin duda alguna, mi quote favorita. Por delante de cualquier cosa que cualquier filósofo haya podido decir; por encima incluso del mítico Carpe Díem. De hecho, este párrafo es la extensión del Carpe Díem. Donde éste sería el título, las célebres líneas de Jack Kerouak serían el tratado; el doctorado, la obra maestra para entender el espíritu más complicado de la vida.
Poca gente puede presumir de ésto porque poca gente tiene el coraje de sacrificar tanto para obtener tanto. Poca gente es capaz de inclinarse siempre a pensar algo; a hacer algo antes que quedarse sin pensar; sin hacer nada; sin obtener nada. Y pues no nos confundamos; pues incluso él tuvo grandes tiempos de su vida donde el reposo y la tranquilidad fueron su guía; donde encontró el budismo y la paz de espíritu y los hizo su camino. Pero incluso allí seguía loco por vivir; y especialmente loco por salvarse. Tenía ganas de saberlo todo a la vez; tenía ganas de verlo todo a la vez. Una siesta, una noche larga de sueño no son malgastar el tiempo, pero sí lo es hacerlo sin querer; hacer las cosas sin querer, moverse sin dirección, perder el norte sin pensar.
Es difícil tener el ansia de saberlo todo; de buscarlo todo. Es difícil convencerse a uno mismo que el placer de la energía que la búsqueda desprende es infinitamente superior al esfuerzo que uno pueda gastar en ello. Como cuando vas a subir una montaña; la analogía es muy parecida. Antes de salir de tu casa, la aventura te da pereza; y te incomoda abandonar la comodidad del momento. Y así, mas tarde, y ya subiendo por el camino, al sentir el aire en tu cara; fresco y puro, rodeado de paisajes verdaderos, te das cuenta que has escogido el camino acertado y te da energías. Y, como cuando descubres algo, una verdad inexorable, llegas a la cima y ves lo que hay a tu alrededor, y lo comprendes y entiendes los prados verdes, y las montañas espigadas.
Es difícil querer entender a la gente; querer entender el flujo de pensamientos que recorre las mentes de la gente, intentar comprender lo que piensan. Y así de la misma manera; como dice Kerouac, no es lo mismo hablar con gente que no quiere entenderte; pues aunque por fuera serán amables y buenas personas; no sabrán nada sobre ti ni querrán saberlo; y las conversaciones cesarán y las palabras no podrán salir de la boca pues ellas son la expresión del alma y de los pensamientos; y si una persona no entiende los de la otra persona, las palabras dejan de tener sentido.
Bravo!
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